El continuo avance en el mejoramiento de la infraestructura de las
telecomunicaciones ha proporcionado los medios para el intercambio casi
instantáneo de los datos. El comercio electrónico hace uso de estos flujos de
datos de una forma eficaz. El intercambio eficiente de la información determina
el éxito de una empresa; cuando se logra asegurar que el personal de una
compañía consume más tiempo en la producción o venta de productos y servicios,
en lugar de reprocesar innecesariamente los datos, podemos decir que ha
iniciado la optimización de su potencial. Internet ha demostrado que estamos viviendo
en una comunidad global, esto quiere decir que no importa las diferencias de
horario, ni la ubicación geográfica, lo que implica que la actividad
empresarial puede realizarse con cualquier persona y en cualquier parte del
mundo de manera instantánea. Esto significa que las empresas deben replantear
sus estrategias empresariales, sean cuales fueran sus objetivos: ampliación del
mercado, obtención de bienes por parte de proveedores nuevos, internacionalización de servicios ("outsourcing"), o búsquedas de nuevas alianzas. El
comercio electrónico se introduce en las empresas en tres fases:
·Sustitución de las operaciones manuales basadas en
papel por alternativas electrónicas.
·Replanteamiento y simplificación de los flujos de
información.
·Uso novedoso y dinámico de los flujos de
información.
La sustitución de los sistemas basados en papel, tanto dentro de una
empresa, como entre ellas, produce pocos beneficios reales. Es cierto que
reduce los costos administrativos y mejora el nivel de precisión en el
intercambio de datos, pero no aborda las cuestiones relacionadas con que las
actividades comerciales se hagan eficientemente a la primera. Las aplicaciones
del comercio electrónico ayudan a reformar las maneras de realizar las
actividades comerciales, y con frecuencia, actúan como un catalizador para que
las empresas utilicen la reingeniería de procesos empresariales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario